Las entrevistas de Animales fantásticos: Katherine Waterston, la bailarina secreta

Katherine Waterston interpreta a Tina Goldstein en Animales fantásticos y dónde encontrarlos. Aquí, habla con el Corresponsal de Pottermore acerca de los movimientos secretos de danza de Tina y de lo que más le gusta de los personajes de J. K. Rowling.

Katherine me recibe desde una escalerilla de tres peldaños en su remolque. Está aún ataviada con los sobrios pantalones de Tina Goldstein y la parte de arriba del pijama. «La idea es que tengo que salir de casa a toda prisa, directamente desde la cama», comenta sobre la escena que acaba de rodar.

Hay un maletín abierto en el sofá, guiones sobre el piso, una bolsita de té solitaria en la encimera. Es precisamente el leve desorden que uno esperaría ver en el interior del refugio de un actor en al set de rodaje.

Newt y Tina con las varitas a punto.
Newt y Tina con las varitas a punto.

El sereno rostro de Katherine está maquillado al mínimo y su corta melena morena parece asomar sus mechones por los lados. Como en su personaje, su apariencia sugiere un cierto pragmatismo, amabilidad y seriedad.

De hecho, lo más encantador que he visto durante mi paso por el set ha sido a Katherine preparándose para rodar una escena de alta intensidad con Eddie Redmayne. Justo antes de ponerse ante la cámara, Katherine sigue un ritual privado para introducirse en el personaje: baila unos cuantos pasos de Charleston.

Por si no lo sabes, el Charleston es un baile de los años veinte que consiste en unos desenfadados movimientos de brazos y piernas, adelante y atrás sobre un punto. Su baile es una bella evocación de aquella época.

Bailarinas mostrando pasos de Charleston, hacia 1926.
Bailarinas mostrando pasos de Charleston, hacia 1926.

«Ah sí —dice con una risa generosa cuando menciono que la observé bailándolo un día en el plató—, eso… ». Transcurre un instante hasta que Katherine decide cuánto contarme.

«Seguir un ritual como ese te hace conectar, porque cada día pasan cosas inesperadas en el plató. Hay gran cantidad de información que procesar y muchas distracciones, y nos contratan para permanecer concentrados entre todo ese caos —dice—. A veces te llega de forma natural; otros días necesitas sentirte más conectada con el personaje o la actuación. Así que en cada trabajo hago algo que me conecte con el espíritu del personaje. No hay que excederse, solo tiene que hacerme sentir parte de ella. Es una expresión física de su vida interior».

Tina, Queenie, Newt y Jacob deliberan en torno a la mesa.
Tina, Queenie, Newt y Jacob deliberan en torno a la mesa.

Le pregunto si siempre usa el Charleston o es algo especial del personaje de Tina.

«Oh, no, por Dios. Lo del Charleston es solo para Tina. En su vida no llega a haber demasiada diversión. En la película consigue divertirse, pero en su vida es bastante solitaria y se aísla mucho a sí misma y lucha con su falta de confianza. Me gusta la idea de que baila estos pocos pasos mientras espera a salir, tiene este espíritu en ella».

Desde la lectura del guion, Katherine ha pasado mucho tiempo en la piel de su sensato personaje. Cuando conocemos a Tina en la película, ha perdido su trabajo como auror y se encuentra en una especie de punto muerto en su vida; la mujer de carrera sin carrera. Vive con su hermana Queenie en Nueva York. Es ambiciosa y entregada, es fuerte y frágil a la vez. Es un ser humano de honda complejidad.

Tina Goldsein con un panfleto de los Segundos Salemers.
Tina Goldsein con un panfleto de los Segundos Salemers.

«Eso es lo fabuloso de los personajes de J. K. Rowling —me cuenta Katherine—. Siempre tienen más de lo que te esperas. Tina no es simplemente tímida o torpe, posee además un gran coraje y convicción. Esas cualidades se combinan en una misma persona y eso a mí me parece más auténtico, por lo que yo sé de cómo son los seres humanos. Todos somos un caótico embrollo.

«En ese sentido, el guion es muy inteligente. Está arraigado en la verdad. Normalmente no respondo tan bien a las cosas inocentes y agradables. Pienso: “Vamos, manos a la obra”. Pero hay algo en este guion y en la manera como J. K. Rowling lo escribe… Es tierno sin ser empalagoso en ningún momento. Me gusta pensar que dentro de Tina está esta persona realmente alegre, pero que todavía no ha encontrado la manera de hacerla salir. Su vida no ha resultado alegre. No tiene tiempo para eso, no ha encontrado la manera de exteriorizarlo, está demasiado ocupada centrándose en sus sueños como para disfrutar de la vida».

¿Eso es algo con lo que ella, Katherine, se identifica? ¿Cuánto de Katherine hay en Tina?

«Es algo en lo que me veo reflejada —dice, pensando—. A mis veintitantos años, yo estaba muy centrada en mi trabajo. No salía mucho por ahí. Tina también tiene algo de eso. Ella sabe qué es lo que quiere hacer y cómo conseguirlo, pero no se divierte mucho».

Tina y Newt visitan el bar clandestino The Blind Pig
Tina y Newt visitan el bar clandestino The Blind Pig

Y en eso consisten estos pasos de Charleston sin música: son ese rasgo de desenfreno contenido. Tanto Katherine como Tina son jóvenes. Son introspectivas, amables y rabiosamente buenas en lo que hacen. Pero dentro de ambas está esa bailarina algo granuja.

«Me gusta pensar que de vez en cuando Tina va a algún sitio donde nadie la conoce, arranca a bailar durante diez minutos y luego dice: “Bueno, ya está”, y se va a la cama. Es su válvula de escape. Se libera totalmente y luego dice: “Está bien, tengo que volver al trabajo”. Veremos si eso sale a la luz algún día».

A mí me gusta pensar que Katherine hace también eso mismo. Me gusta pensar que es esta actriz temperada y meticulosa que sale afuera y se marca unos cuantos pasos en una pista de baile de alguna parte de vez en cuando, entre escena y escena.

 

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